Si hay algo especial que caracteriza a la versión original de Nina es su atrevida faceta caramelizada. Una firma dulce que podemos encontrar en esta nueva variación a través de una irresistible nota de praliné.
Saborea las exquisitas notas de praliné de Les Sorbets de Nina: un agua que sabe conjugar la suavidad de las notas caramelizadas con la espontaneidad en un acorde cítrico, donde se funden limón, mandarina y frambuesa. Y, a modo de filigrana, la sensualidad delicada de los pétalos de gardenia y jazmín. Una auténtica delicia para saborear bien fresca.